lunes, 9 de diciembre de 2013

Escuchar con el corazón




Momo sabía escuchar de tal manera que a la gente tonta se le  ocurrían, de repente, ideas muy inteligentes. No porque dijera o preguntara algo que llevara a los demás a pensar  esas ideas, no; simplemente estaba allí y escuchaba con toda su atención y toda simpatía. Mientras tanto miraba al otro  con sus grandes ojos negros y el otro en cuestión notaba de inmediato cómo se le ocurrían pensamientos que nunca hubiera creído que estaban en él. 
Sabía escuchar de tal manera que la gente perpleja o indecisa sabía muy bien, de repente, qué era lo que quería. O los tímidos se sentían de súbito muy libres y valerosos. O los desgraciados y agobiados se volvían confiados y alegres. 
Y si alguien creía que su vida estaba totalmente perdida y que era insignificante y que él mismo no era más que uno entre millones, y que no importaba nada y que se podía sustituir con la misma facilidad que una maceta rota, iba y le contaba todo eso a la pequeña Momo, y le resultaba claro, de modo misterioso mientras hablaba, que tal como era sólo había uno entre todos los hombres y que, por eso, era importante a su manera, para el mundo.
Momo, Michael Ende

Tan importante esa escucha que no busca nada mas que entender al otro, sin jucios ni consejos, solo escuchar con los ojos, con los oidos, con la piel. Y ese tiempo invasor que coloniza nuestras vidas y las acota quitandoles lo esencial y vaciandolas con sus prisas, sus programas, sus calendarios...

Los niños y los adolescentes, no lo olvidemos, no tienen mas tiempo que el presente y lo consumen a grandes sorbos que a las adultas domesticadas nos atragantan.

Gracias Ibonne por esta pausa para recordar, reflexionar y ver la importancia de parar el tiempo, de olvidar las prisas, de mirar a los chicos y chicas a los ojos y dejarlos hablar sin la imperiosa necesidad de juzgarles, de darles un consejo, de encontrar nuestra respuesta educativa "correcta". Simplemente escuchar, como Momo, para que ellos solos descubran lo mejor de si mismos.

http://iboneolza.wordpress.com/2013/12/09/momo-y-la-escucha/

1 comentario:

MELILLA dijo...

Con este pequeño retalo nos hace preguntarnos a nosotros mismos, como algo tan insignificante como escuchar, mirar a los ojos sin juzgar y dar un consejo, para una persona puede ser muy importante. Ya que con la vida que se lleva en la actualidad de prisas, intererses y pensar en uno mismo, no se lleva a cabo estas pequeñas cosas nisiquiera con las personas que tenemos alrededor.Cambiando estas pequeñas cosas, se pueden cambiar a las personas, hasta una persona que pensaba que tenía una vida un tanto insignificante, con un poco de apoyo y empatía puede cambiar su forma de ver las cosas de muchísimas maneras.